Fisterra
Fisterra representa el fin del mundo conocido desde la época romana. Situado en la punta más occidental de la Europa continental, en él se situaba el Ara Solaris, un altar de culto al Sol al que acudían las legiones romanas al caer la tarde para venerar la caída del astro rey en el mar. Cuenta la leyenda que el propio Apóstol destruyó este sitio de culto pagano y construyó en su lugar la ermita de San Guillermo hoy destruida.
Cee cobra especial importancia a partir del s. XVI por la pesca y factorías de ballenas. De hecho, se cree que su nombre deriva del latín cetus (cetáceo).
Fue entonces cuando se construye su iglesia de estilo gótico tardío, que a pesar de los desastres cometidos por las tropas napoleónicas, aún conserva su cabecera gótica.
A pocos quilómetros de Cee, en la parroquia de Ameixenda, y desviándonos ligeramente del Camino de Santiago, se encuentra una capilla dedicada a Santiago, donde se conserva como reliquia, un dedo del Apóstol.
Fisterra representó hasta el descubrimiento de América los límites de la Tierra conocida, el extremo más occidental por donde se pone el Sol, la indeterminación y el infinito...
¿Cuánto vale el siguiente límite?